Los rellenos dérmicos se encuentran entre los tratamientos cosméticos más populares para restaurar el volumen, definir el contorno facial y reducir las arrugas. Sin embargo, no todos los rellenos son iguales, y la elección correcta depende de la zona a tratar.
Labios: Los rellenos suaves y flexibles a base de ácido hialurónico son ideales para realzar el volumen y la forma, manteniendo un aspecto natural.
Mejillas: Los rellenos más densos realzan y definen, restaurando la definición juvenil.
Surcos nasolabiales (líneas de expresión): Los rellenos de consistencia media suavizan las líneas profundas sin rellenar en exceso.
Zona bajo los ojos: Los rellenos ligeros diseñados para piel delicada ayudan a reducir las ojeras y las ojeras.
Mandíbula y mentón: Los rellenos más firmes aportan estructura y crean un perfil más definido.
Manos: Los rellenos específicos restauran el volumen perdido y reducen la apariencia de las venas.
Una consulta profesional es esencial para seleccionar el mejor relleno para sus necesidades. El objetivo es siempre un realce natural, devolviendo la armonía al rostro sin parecer recargado.